Aupa, bienvenidos a un nuevo curso y a este, mi blog, donde suelto de vez en cuando, algún comentario personal sobre el mundo de la educación y aledaños.
No esperaba comenzar hasta la semana que viene, pero el PP y sus propuestas me han llevado rapidamente a mi teclado.
“Los diputados del PP Alfonso Alonso, Arturo García Tizón y Santiago Cervera han propuesto en el Congreso de los Diputados que los menores de 14 años no puedan participar en ninguna red social, y que los menores de 18 años no sean miembros de éstas sin el consentimiento de sus padres, así como que indiquen su nombre y DNI y que sus perfiles sean privados.”
No es vieja la alternativa de prohibir y castigar lo desconocido o lo que no controlamos. Tan viejo como inutil y, muchas veces, injusto. No saben estos diputados que censurar la participación de adolescentes y jovenes a las redes sociales es como intentar poner puertas al mar.
Si con una mano entregamos ordenadores y facilitamos instrumentos para que nuestros alumnos sepan "navegarse" por el inmenso y maravilloso mundo digital, con la otra no podemos estar permanentemente prohibiendo su uso.
Habrá que amueblarles la cabeza para que ellos mismos sepan lo que tienen que deben de usar y lo que deben despreciar e ignorar. Recortar derechos o libertades ha quedado demostrado a lo largo de la historia que lo unico que puede es aplazar un poco la marea. Pero ésta, cuando sube, no hay Rajoy que aguante.
1 comentario:
"Soy uno de esos tres diputados, y quisiera aclarar lo ocurrido el jueves. Estábamos citados una docena de personas para una reunión de trabajo en relación con la protección del menor y la prevención de la delincuencia (activa o pasiva) en esas edades. El trabajo era complejo, porque pretendemos proponer una amplia reforma legislativa en áreas como el derecho penal del menor y el derecho civil, pero también un conjunto de medidas más amplias, educativas e incluso de prevención y rehabilitación. Nada del “parole-parole” habitual en política, lo nuestro intenta ser una labor concienzuda y bien trazada.
Entre los cientos de papeles que trabajamos, había uno que contenía propuestas en el ámbito de Internet y las redes sociales. Era un borrador, que en mi ejemplar tenía innumerables tachones en rojo, por considerar algunas propuestas inasumibles. Tras la reunión hubo una rueda de prensa, hacia las 12:30. Sufrimos cierta premura, y escaso tiempo para sistematizarla, ya que el trabajo previo nos había ocupado hasta ese mismo momento. Quien se refirió al tema de las redes sociales en la comparecencia, Alfonso Alonso, tomó el papel borrador como conclusión definitiva, en un error que cualquiera hubiera podido cometer. Alfonso lleva fundamentalmente temas educativos, así como yo me ocupo de los sociales y Arturo García Tizón, el tercero en discordia, es un experto en derecho penal y civil. Metimos la pata, tal cual, y tal cual hay que reconocerlo. Dimos como asumible una propuesta que no habíamos reflexionado suficientemente, y que no representa el sentir de nuestro Grupo. Intentamos corregir la información mediante una nota posterior, pero ya era tarde. Queda claro que es una idea que no vamos a proponer, y que lamento que haya acaparado tanto interés porque finalmente no pensamos sustanciarla.
[Me llamas tecnófobo, Dans. Es la primera vez que me pasa. Yo, que uso en el despacho un PC (navego con Chrome) y en casa un Mac (entonces opto por Camino); me empleo con interés en Twitter y Facebook, algo menos en LinkedIn; llevo siempre en el bolsillo un iPhone y una BlackBerry, aunque envidio el Android que usa mi mujer; dispongo de dominios .es y .tel; usaba un Zune hasta que me lo robaron (del mismísimo despacho del Congreso); he hackeado un AppleTV y el wi-fi casero me lo proporciona un Time Capsule; mientras escribo esto escucho Spotify; cuando salgo a correr monitorizo mi performance con un GPS; estoy montando un videoblog, para lo cual ya dispongo de la Sony Webbie; quiero que González Sinde se pire y jamás aceptaré que en España se siga el modelo francés de lucha contra la piratería… En fin, que mi problema –si existe- es el contrario de la tecnofobia. Aunque pensándolo bien, tal vez me lo haga mirar un poco.]
De nuevo en serio: lamento mucho lo ocurrido. Todos los lamentamos, el propio Alfonso y nuestra portavoz Soraya. Lo lamento por el confusionismo que hemos creado, y por el problema reputacional que hemos endosado a tantos compañeros del PP que hacen diariamente patente que las nuevas tecnología y las redes sociales son para nosotros un elemento imprescindible de fortalecimiento civil. Espero que el tema quede aclarado. Metimos la pata, y así lo reconocemos. Con la benevolencia 2.0 de todos, intentamos sacarla y que no se repita".
Es la respuesta de Santiago Cervera al comentario de Enrique Dans en su blog realizado en la misma linea.
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