El experto estadounidense Nicholas Burbules, durante el Foro Latinoamericano de Educación celebrado en Buenos Aires.- FUNDACIÓN SANTILLANA |
La proliferación de las computadoras y otros artefactos tecnológicos usados de manera permanente en las aulas ha cambiado, y va a cambiar, la definición del aula como espacio pedagógico. La enseñanza frontal, simultánea y homogénea es incompatible con esa nueva estructura y va a exigir a los profesores el desarrollo de una metodología mucho más flexible y hacer todavía más necesaria la atención individualizada de los alumnos. Estas son algunas de las conclusiones del documento Aprender y enseñar en la cultura digital, elaborado por la investigadora Inés Dussel, y discutido en el VII Foro Latinoamericano de Educación, celebrado esta semana en Buenos Aires.
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