El informe PISA ha vuelto a sacar los colores a la educación española. Solo que en esta nueva edición lo hace mediante el análisis de una variable que no se había introducido hasta ahora: la comprensión lectora de los textos en soporte digital, lo que implica también el manejo en el acceso a la información. Si las habilidades lectoras de los alumnos españoles en papel estaban por debajo de la media de los países de la OCDE que participan en el estudio clásico de PISA, en el formato electrónico también vuelven a estarlo e incluso se sitúan por debajo del soporte tradicional.
Por otra parte, como dato positivo, y siempre según los datos que también recoge el informe, se ha dado un salto notable en la proporción de alumnado que tiene ordenador en casa, ya que el porcentaje ha pasado de un 75 % de media en el 2000 a un 91,3 % en el 2009.
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