En el mundillo de la educación 2.0 casi cualquier avance que distancie las prácticas educativas con las que ya se realizaban en el s.XIX suelen ser bien recibidas entre los docentes deseosos se que la docencia avance y mejore sus modos y maneras con respecto a prácticas ancestrales.
Y así, los cursos y jornadas que a lo largo del año suelen convocarse me han dado pie a conocer distintos modos de ir superando la enorme losa que nos impide avanzar a nuestro gusto. Soy partidario de un avance no explosivo y que permita que los docentes con buena voluntad puedan sumarse sin traumas al cambio que necesariamente ha de darse, por eso, me disgustan los "listillos" que cuando empiezan sus charlas, desprecian los "pobre point" tildándolos de caducos y trsnochados, cuando la realidad a pie de aula me demuestra que todavía una gran mayoría de docentes ni los conoce ni, mucho menos, los utiliza.
Pero por otro lado, otra cosa que me enfurece en las presentaciones de comunicaciones y experiencias que se realizan en un ambiente de apertura, dospuntocerismo, etc ... son aquellos docentes que te enseñan las "maravillas" que hacen en sus centros con su alumnado, para acto seguido, reconocer que todas su exposición y su práctica docente se encuentra ubicada en plataformas cerradas, que no permiten su compartición con nadie, y que son mucho mas unopuntocero que otra cosa. Me refiero a las plataformas Moodle. Y visto lo visto, me cuestiono si dichas experiencias deberían de tener cabida o no en encuentros abiertos, donde se respira generosidad y ganas de compartir.
1 comentario:
¡Ay le has dado! ¡Caña!
Las plataformas Moodle son lo más cerrado del mundo mundial y lo que realmente esconden es el miedo a que alguien pueda ver lo poco creativos que somos los profes.
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