íñigo Barrenechea, Venancio Echeverría, Marisol Esteban, Ricardo Ibarra, María Goti y Óscar Alegría en la entrega de premios del concurso escolar "Ni Kazetari". |
La semana pasada se entregaron los premios del concurso Ni Kazetari que, por segunda vez, los diarios de Vocento han promocionado entre los escolares de la comunidad educativa.
Ciertamente los blogs premiados fueron especialmente elaborados por los centros y no hay duda que el alumnado tuvo que trabajar varias semanas duramente para conseguir la calidad de los trabajos presentados.
En cualquier caso, aunque son numerosos los centros que inician el concurso, son bastantes los que durante el tiempo que dura el concurso abandonan o relajan su ritmo de tal manera que parecen dejar de aspirar a llegar a la meta. Es obvio que el ritmo que implica la dinámica del concurso obliga a modificar sustancialmente los habituales horarios y dinámicas del alumnado concursante. Y eso, pocos centro lopermiten o se lopueden permitir.
Desde mi punto de vista, si en futuras convocatorias se pretende ampliar la participación, habrá que plantearse bajar la intensidad de la dinámica, el tiempo de duración del concurso o ampliar el número de participantes en los grupos.
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