Publiqué hace unos días un artículo a cuenta de una persona (supongo que mujer) que quiso subir a un autobús en Vitoria cubierta con un burka. Ya saben, esa prenda tan cómoda y útil que impide tanto ver como que te vean.
Como no estamos en el desierto, luchando contra sus vientos, ni en una sociedad en la que las mujeres se vean obligadas a disimular su edad fértil ante posibles violadores (posibles orígenes del burka), manifesté entonces que no me parecía bien que aquí se permitiese su uso, aunque quizás no lo dijera con palabras tan claras. Lo hago ahora.
En estos días he podido oír y leer posiciones en un sentido y en el contrario, como es normal en una sociedad que puede discutir sobre sus asuntos con libertad.
Sin embargo, con mi actitud no hago otra cosa que exigir al resto de las personas lo mismo que la sociedad me exige a mí. No conozco el caso de nadie que haya ido con un burka a asaltar un banco, es cierto. Tampoco con un bate de béisbol, la verdad, aunque puedo estar equivocado en ambos supuestos. Desconozco si alguien ha asaltado un banco vestido con un traje verde fosforito, un pañuelo blanco en el bolsillo de la chaqueta, una corbata morada y un pasamontañas cubriendo el rostro. Es más que posible que tampoco. Pero si yo saliera esta tarde a la calle vestido de esa forma no podría dar muchos pasos.
No se me permitiría conducir un coche ni entrar en un banco, supongo, ni tampoco en un edificio de la Administración, en un museo o en una comisaría. Y, desde luego, estoy seguro de que si llegara a acceder a una casa particular y tocase el timbre en el tercero, no me invitarían a tomar un café desde el otro lado.
Pido el mismo trato para quien quiera pasear por la calle con un burka. Ni más ni menos.
Pello Salaburu en El Correo
Y desde luego, si en la calle me parece que no se debe permitir semejante atuendo, en el aula me parecería aún más esperpéntico.
Espero que no llegue el caso, pero si así fuese, ¿habría alguien que me pudiese obligar a quitarme el casco de la moto para entrar en mi instituto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario