El sinsicalismo actualmente más radical del país, en un claro intento de marcar presencia y recordar al país que siguen estando ahí, han convocado una "huelga". Pero claro, no en cualquier sitio. Veamos.
Uno desde fuera diría que si realmente lo que buscan con estas medidas de presión es mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, empezarían la pelea en aquellos sectores más desfavorecidos, con mayores injusticias sociales, con mayores discriminaciones por motivo de sexo, y en definitiva, en aquellos sectores más necesitados de reforma y apoyo social.
Pero no, eso es demasiado complicado y se saben perdedores desde el principio en un enfrentamiento de ese tipo.
No hay que pensárselo dos veces, ni ser especialmente listos, para concluir sin riesgo de equivocarse que, puestos a montar la bronca, el funcionariado es de los campos de batalla más cómodos y sencillos. Y dentro de estos, y puestos a salpicar, el educativo es uno de los que más eco mediático tiene porque además, detrás de cada "cliente" afectado, hay una familia afectada, por lo que el malestar social que genera es mucho mayor.
Pero es que, además, si entienden que el campo educativo es el primero que hay que "atacar", siempre me ha resultado "curioso" que en este "campo de batalla" dejen a las "ursulinas" y a los "ikastoleros" libres de conflicto como si en esos centros, se estuviesen cumpliendo desde siempre las reivindicaciones que plantean para la pública. Y así la clientela de la privada, de la iglesia y de las ikastolas se libra de sus huelgas y lesionan gravemente los intereses de los que asisten a los centros públicos de enseñanza dándoles un zarpazo más, dando la impresión, espero que no sea cierta, de que radicales de un lado y gaviotas rajoyeras por otro, de una manera u otra, tienen a la enseñanza pública como primer objetivo y primer campo de batalla.
Que no cuenten conmigo para enmierdar la enseñanza pública.
1 comentario:
Estoy plenamente de acuerdo contigo. Con esto no digo que sea "hollywood", pero ¿porqué siempre montan las broncas SOLO en la enseñanza pública?
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