El primer día de clase es un momento de gran vulnerabilidad para todos en el que afloran todo tipo de sentimientos: nervios, alegría, duda, indiferencia, esperanza, entusiasmo, miedo, etc. Nuestra labor como docentes es crear un espacio cómodo y agradable donde el alumno tenga confianza y se sienta seguro. De otro modo, será muy difícil que pueda fluir el aprendizaje y mucho menos la comunicación, algo esencial para nuestro objetivo de enseñar una lengua.
Por eso, creo que es impensable empezar la clase abriendo el libro y explicando el primer contenido, porque corremos el riesgo de que se encierren en sus caparazones y vuelen a otra parte. Nuestra primera tarea será que nos conozcan y se conozcan con una de las actividades de presentación que te propongo más adelante; y después podemos ver sus expectativas sobre el curso y qué y cómo desearían aprender. Una buena forma de averiguar esto es a través de post-its de diferentes colores (uno para sus expectativas, otro para cómo desearían aprender, otro sobre sus gustos…).
¡Suerte en vuestro primer día de clase!
www.profedeele.es/actividades-presentacion-primer-dia-clase
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