Confieso que no la he leido, pero parece que es una propuesta con medidas contradictorias con respecto a los fines que la ley define.
Isabel Celaá la ha definido como centralista y como una ley que vulnera competencias curriculares.
La ha considerado una "provocación" del Gobierno central ya que "se reserva todas las competencias de criterios evaluativos y de contenidos, como demuestra la imposición de la reválida.
Ha recordado que para la creación de la LOE se presupuestaron 7.000 millones y con esta han empezado restando 5.000.
El consejo escolar del País Vasco ya ha elaborado un dictamen contrario al anteproyecto.
Diferentess expertos también critican la forma en la que el ministerio ha puesto en marcha esta reforma e invitan a un auténtico debate a nivel de estado que permita la reconstrucción, en su caso la refundación del sistema educativo, sobre la base de un amplio acuerdo social y no una ley revanchista e ideológica, sin diálogo con la oposición ni con el mundo de la educación, apenas maquillada con un nada fiable foro en la Red.
Los críticos con esta propuesta del ministerio dicen que pretende blindar la segregación por sexos en los concertados y la pérdida de poder de los consejos escolares de los centros de enseñanza.
Además, lejos de abordar el problema de la repetición de curso, que España encabeza en Europa de forma exagerada, que se ha mostrado en la mayoría de los casos indiscutiblemente ineficaz, que resulta económicamente costoso e ineficiente y que constituye una de las principales causas endógenas del fracaso escolar, el Gobierno parece querer ampliarla, sistematizarla y convertirla en el determinante del fracaso y la segregación temprana.
Parece razonable darle otra vuelta al tema ¿no?
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