STEE-EILAS ha solicitado ante el TSJPV que los colegios diferenciados por sexo no reciban dinero público. La petición suena absolutamente razonable. Y es que increíblemente, en pleno siglo XXI, cuando se promueven leyes y planes para caminar hacia la igualdad y el respeto entre hombres y mujeres, cuando un día sí y otro también nos golpea el fantasma de la violencia de género, se nos plantean fórmulas añejas que impiden a nuestros chicos y chicas a crecer y aprender juntos.
Y lo más grave es que la Administración no sólo consiente, sino que subvenciona a esos centros.
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