En el inigualable marco del Paraninfo del instituto Unamuno de Bilbao se presento ayer ante los medios de comunicación, directores, inspectores, cuadros medios, trabajadores de Berritzegunes y alguno que otro que acudimos atraídos por la curiosidad, se presentó el nuevo portal de Educación IKASTEA.
Para empezar, felicitar a todo el personal que en esta historia se ha visto implicado y a puesto la mejor de sus voluntades en que el proyecto salga adelante. Un proyecto, sin duda necesario, y que probablemente debería de haber visto la luz hace unas cuantas legislaturas, pero conviene recordar que en aquellos tiempos la prioridad no era precisamente la "escuela 2.0".
La presentación mas bien pobre, unidireccional, muy básica en algunos momentos, y poco atractiva para los asistentes. Sorprendentemente, un proyecto que nace con una vocación dospuntocerista clara era la gran desconocida momentos antes de comenzar el acto por la gran mayoría de los presentes. No digo nada de los ausentes. Y este punto es el que más lamento.
La Comunidad educativa vasca tiene la suficiente capacidad y ganas de colaborar en proyectos que se muestren abiertos desde el principio, con posibilidad real de participar y sentirse escuchados según avance el desarrollo del mismo, y deseosa de sentir como propio algo en el que se le haya dejado participar durante su elaboración de alguna manera. Desde luego, que yo sepa, no ha sido el caso.
No se trata tanto de conseguir una herramienta cojonuda si la gran mayoría no la siente suya, sino de que cale también en los altos mandos del departamento el espíritu dospuntocerista en todo este entramado relacionado con las nuevas tecnologías.
Si decimos, con razón, que en el aula el uso de nuevas herramientas servirá no solo para cambiar instrumentos de trabajo, sino también, metodologías, practicas, actitudes, sistemas de evaluación, relaciones alumnado-profesorado, etc..., en el departamento que nos incumbe idem de idem.
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