La asignatura de religión ya no es de elección mayoritaria en la escuela pública, sobre todo a partir de 4º de Primaria, la edad de la primera comunión. Cuando llegan al Bachillerato -17 y 18 años-, únicamente el 37% de los alumnos opta por estudiar en clase una de las cuatro confesiones cuya enseñanza financia el Estado: católica, evangélica, musulmana y hebrea. Hace seis años el porcentaje era del 43,2%. (Del blog de José Luis Ruiz)
No es tan difícil de entender. Por ejemplo: en los lugares de trabajo no se permite fumar, incluso aunque todos los trabajadores estén de acuerdo en fumar. En las escuelas no tiene que haber símbolos religiosos, incluso aunque al colegio, padres, alumnos y profesores les parezca estupendo. Los centros de enseñanza han de ser espacios libres de dioses ... y de humos.
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