Leí ayer en la prensa que los sindicatos de la enseñanza se movilizan para extender los extras salariales a todos los docentes. ¡Algo va mal! O son extras, y son para algunos, o son para todo el mundo, se generalizan, y dejan de ser extras, pasando a ser "comunes".
Creo que todos los profesionales de la enseñanza tienen que tener un sueldo digno y bla, bla, bla ... Por supuesto. Un buen sueldo base. No el que ahora existe.
Ahora bien, en un centro educativo, no todos los profesionales hacen lo mismo, ni tienen la misma implicación, ni las mismas funciones, ni las mismas responsabilidades. Por lo tanto, parece razonable que, fijada una base común y digna para todos y todas, existan unos pluses diferentes en función del grado de implicación y responsabilidad de cada uno.
Lo contrario es luchar por un falso igualitarismo a la baja que solo lleva al escaqueo de responsabilidades y a limitarse a cumplir con el mínimo común exigible. Supone, en mi opinión, ir en contra de la necesaria reforma que la escuela pública necesita.
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