Los trabajadores pertenecen a las empresas contratadas por el Gobierno vasco para elaborar los menús, servirlos y cuidar a los escolares en el descanso del mediodía, y piden cobrar el mismo sueldo y tener iguales condiciones laborales que el personal que realiza las mismas funciones y depende directamente del Departamento de Educación.
Hasta aquí todo "normal", dentro de lo que cabe. Lo que me "llama la atención", no por parte de los trabajadores, sino de los sindicatos convocantes, es la facilidad que reiteradamente manifiestan para organizar y realizar convocatorias de paro en los sectores públicos, administración pública, colegios públicos, etc... y lo que, en cambio, les cuesta realizar las mismas convocatorias en empresas privadas, oficinas y entidades de caracter mayoritariamente "no público" y en centros de enseñanza religiosos o privados ikastoleros.
¿Por qué será?
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