Yo, no voy a acudir a la capital del Turia, ni creo que vaya a festejar excepcionalmente el hipotético, aunque esperado, triunfo del Athletic, pero entiendo que en el mundo educativo, los profesionales del sector deberíamos de ser lo suficientemente flexibles para entender que aunque a algunos no les guste el deporte de la pelotita, comprendan que semejante acontecimiento transciende el mero hecho deportivo y se convierte en una acontecimiento social que nuestro alumnado no quiere dejar de presenciar.
En fin, que creo que los que, entre el profesorado, todavía muestran recelos y no permiten albergar esperanzas de entender la excepcionalidad del tema, aprovechen este fin de semana para comprender que, muchas veces, una marcha atrás, un reconocer el error de una primera decisión poco reflexionada, puede convertir una derrota anunciada en una gran victoria.
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