jueves, 26 de octubre de 2017

Mala fe, mala baba y muy mala educación.


El tema catalán está desbarrando por todas partes y son muchos en Euskadi los que se suben al carro de la "lucha" por las reivindicaciones radicales del actual gobierno catalán y a protestar por las actuaciones policiales, para lo que organizan huelgas generales en un sector fácil de movilizar, el estudiantil. No comparto pero nada tengo que decir al derecho de huelga.

Lo que me asombra y me da cierto miedo, por la incultura general que manifiestan todos los que acusan a los que no secundan sus reivindicaciones y modos de lucha de "fascistas" a los demás. Cuando menos habría que decirles que realizan un incorrecto uso del término y muestran un desconocimiento amplio de la historia del siglo XX.


Pero ahora, no satisfechos con esa ridícula calificación a muchos que han luchado por la democracia en España y quieren seguir defendiéndola, ahora convocan huelgas generales "contra la represión franquista" como si echasen en falta un enemigo como el viejo dictador que les podría dar pie a más bronca y radicalización.

Usar ambos adjetivos en la problemática catalana actual, implica mala fe, mala baba y muy mala educación.

Y que, además, surja desde los equipos directivos de algunos centros educativos catalanes, reviva las sospechas de adoctrinamiento descarado por parte de algunos profesionales del sector.

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